miércoles, 10 de febrero de 2010

Reflexionando


Reflexionando
Isa Cisneros de Sapene

Martes, 19 de enero de 2010

En estos días de reflexión, análisis y asombro, me paseaba mentalmente por una serie de situaciones e imágenes que me hicieron pensar una vez mas en todo lo que día a día nos viene pasando al menos en esta última década. Varios de estos escenarios me dieron la luz para organizar mis pensamientos.

Y al pensar en esa luz y estando en el presente, pude escuchar y observar en la televisión a varios entrevistados respondiendo sobre el problema del recorte de la electricidad y percibí en algunas personas, como cierta pasividad o diría yo resignación (aunque no me gusta el término porque siempre he discutido que el venezolano no es resignado o al menos no lo era).

Pero eso fue lo que percibí y escuché en sus respuestas, cuando opinaron: "¿Qué vamos a hacer? "No nos queda otra que desenchufar las neveras y aparatos eléctricos." "No se puede hacer nada". "Bueno la restricción no es tan mala, porque ciertamente no se puede gastar tanta luz y tanta agua" y en ese analizar y meditar yo me respondía a mi misma. ¡Pues no, cien veces no.¡

Quienes hemos crecido en este país, Venezuela, educados en familias honestas, normales, y sencillas (que somos muchas) desde chiquitos escuchamos a nuestros padres educarnos y enseñarnos que no debíamos malgastar el agua y que teníamos que apagar la luz si no la estábamos utilizando y así con estos mensajes tratamos de educar también a nuestros hijos, a pesar de que siempre hubo agua, luz, sequía y lluvia.

Por tal motivo en nuestra conciencia quedó grabada esta información, por eso no acepto que hoy a mi edad yo pierda mi calidad de vida, cuando durante tanto tiempo he tenido el privilegio de usar discretamente la luz que necesitaba para mi bienestar y el agua necesaria para satisfacer mi sed y mi felicidad cotidiana

No entiendo que alguien me diga que la culpa es de tantos hechos pasados y externos, por cuanto que yo recuerde hace 60 años, no existían los avances de electricidad que hemos podido vivir y disfrutar durantes tantos años. Represas y equipos instalados que se fueron construyendo y manteniendo para que se adaptaran al crecimiento de la población venezolana. ¿Que pasó con esa realidad que todos vivimos hasta no hace nada?

Por eso insisto, no acepto la pasividad de tan solo decir que esto es necesario y que no queda otra que admitir lo sucedido y adaptarnos a la nueva realidad. Pues si, si afecta a la población esta medida y mas de lo que en estos días de restricción hemos podido ver.

Si es grave, tanto para el ciudadano común y corriente que no tiene mucho, como el que tiene con todo derecho porque lo ha trabajado con esfuerzo, así como para las instituciones de emergencia, educativas y de todo tipo que cumplen una función en esta sociedad sea privada o pública.

Somos todos, sin excepción, quienes en menos de una semana hemos sentido que nuestra calidad de vida, se ha venido abajo quien sabe hasta cuando y sobre todo sin ninguna necesidad y por culpa de unos cuantos que se ocuparon tan solo de sus prioridades y no también, la de los demás.

No quiere esto decir que no vamos a seguir comportándonos como nuestros padres y nuestros maestros nos los enseñaron, claro que si tenemos que ser discretos con el consumo del agua y la electricidad, como siempre lo hemos hecho. Pero a estas alturas que les estamos entregando una computadora a cada niño para su desarrollo, es incomprensible que tengamos que donarles además una totuma y decirles que el cable de la computadora será para después porque no va haber luz para instalarla.

Pero como nada es casual en esta vida. Precisamente cuando el bombillo de mi mente estaba encendido con este artículo, conversé el martes en la tarde con una amiga de la juventud que me contó que había ido a hacer una diligencia cerca del panteón y ante la creatividad de nosotros los venezolanos me dijo que había bajado un poco la presión de su estrés, cuando ella y otra amiga se les ocurrió entrar al panteón y ante la tumba de nuestro Libertador, muy respetuosamente ambas le reclamaron a Bolívar por no hacer nada ante lo que le sucedía a esta su bella patria y por si el no lo sabía se tomaron el tiempo para informarle y decirle en aquel solemne momento ante la majestuosidad del recinto donde se encontraban, todo lo que nos estaba pasando y yo diría quizás con la ilusión de saber si en algunos de sus documentos a lo mejor aun no encontrado, dejo algunas instrucciones y normas necesarias, sobre todo claras para vivir en este siglo XXI.

Ante esta idea novedosa y en vista de que nuestras plegarias a veces no son escuchadas y que no acostumbro echarle la culpa de lo que nos pasa a los demás y mucho menos si no son de la casa, decidí que en algún momento me iría a conversar con el padre de la patria a ver si de esa manera, se me aclaraban mas los hechos..

Pero resulta que aun no había terminado el artículo, cuando de la noche a la mañana el panorama cambió por completo al haberse revocado el racionamiento de la luz en Caracas No me queda otra que agradecer a mis amigas por ese llamado de atención que le hicieron a nuestro querido libertador. ¡Gracias amigas¡ iré a agradecer al padre de la patria por haber actuado tan rápidamente.

Pero termino el artículo porque me acabo de enterar que tembló nada más y nada menos que en el oriente del país y reflexionando, pensé, mejor dejar tranquilos a quienes se encuentran en su sepulcro y antes de que se me prenda un nuevo bombillo, me despido con mi luz propia que es la que hasta ahora siempre ha iluminado mi camino.

isacisneros17@gmail.com


Todo sobre nuestro columnista: Isa Cisneros de Sapene

2 comentarios:

YM dijo...

Por casualidad... en ese curucuteo cotidiano caí en tu página y realmente me resulto muy buena tu entrada, felicitaciones, cuando decidas ir al Panteón, me llamas, es posible que mi antiquisimo ilustre familiar lejano, nos escuche a las dos, saludos, Ynés Bolívar

Isacisneros dijo...

que tal¡ acabo de ver tu mensaje. que lástima por que ya fui, sin embargo me senti bien haberlo hecho. no lo regañé ni le eché la culpa de lo que nos pasa. Simplemente un saludo respetuoso. Considere el recinto un poco frío y diriamos sencillo.Esto sirvió para después de muchisimos años volver al panteón . Hasta pronto me encanto tu comentario expontáneo